Turismo en Templo de Belen (Iglesias)
El Templo de Belén, es una construcción colonial que se encuentra localizada, en el distrito de Cajamarca, en la provincia y región del mismo nombre. Este es un templo, que llama la atención a primera vista, por el hermoso trabajo de tallados que presenta en su estructura, y que cubre en sí, toda la fachada del edificio; este recurso es el que hace que el templo de Belén, sea considerado el más ricamente adornado de toda Cajamarca. El templo forma parte de lo que se conoce como el Conjunto Monumental Belén, que también comprende al que fuera al Hospital de Varones y el Hospital de Mujeres.
El templo de Belén, según los registros históricos, es una construcción que dio inicio en el año 1672, pero, que no obstante, recién se vio concluida, en el año 1744. Los dos hospitales, que forman parte también del conjunto monumental, fueron terminados en los 1763 (el de varones) y 1774 (en el caso del de mujeres), ambos se encontraban separados, por la presencia de un patio.
Estructuralmente, la Iglesia o Templo de Belén, es una construcción que se caracteriza por presentar una sola nave cuyos muros se erigieron gracias al uso de piedra de cantería que fuera tallada de forma artesanal. A diferencia de otros templos del lugar que datan de esta época, la Iglesia de Belén carece de torres, no obstante, la ausencia de aquellas no disminuye el esplendor de su fachada que se ve acompañada por columnas y arabescos y lo que parecieran ser evidencias de torres inconclusas. La portada del Templo de Belén, se encuentra totalmente tallada en piedra, y en ella se pone en manifiesto un marcado estilo barroco.
En la fachada, es posible apreciar una serie de ocho nichos distribuidos equitativamente a ambos extremos de la puerta, más uno que ocupa una posición céntrica en el cuerpo que remata a esta estructura. Además de aquellos, en el remate del frontis, se encuentran tres efigies religiosas que parecen además de dar la bienvenida a los visitantes, custodiar las reliquias que este templo posee.
Como parte de la riqueza ornamental del templo, se reconocen una serie de vitrales que llenan de una luz santa el interior del templo. Interiormente, el templo no tiene nada que envidiarle a su fachada; el diseño barroco de la estructura interna hace que dentro de la iglesia casi no exista un solo espacio libre de adornos, ya sean estos los relieves geométricos, angélicos, entre otras figuras que evidencian el miedo al vacío que la tendencia arquitectónica del conjunto sigue.
Tan solo el púlpito de esta iglesia, es una muestra clara de la cargada estética barroca, el púlpito, presenta un conjunto de casi 15 efigies que se encuentran talladas en su forma completa, y pigmentadas en tonos encendidos que deslumbran a la vista. Además del púlpito, y las decoraciones propias en relieve de los muros del templo, se suman al ornato de aquel, una serie de pinturas que engalanan los altares y muros de este ornamentalmente cargado edificio. En el interior del edificio, llama también la atención el Altar Mayor, que al igual que los retablos laterales, se encuentra plenamente tallado en madera y recubierto en pan de oro, siguiendo el ostentoso patrón de diseño de la iglesia.
Quien quiera conocer esta iglesia, que es una joya de la arquitectura barroca, en Cajamarca, puede hacerlo dirigiéndose hasta el punto de encuentro de los jirones Junín y Bellavista y del Comercio; esta se encuentra a tan solo cuatro minutos desde la Plaza de Armas de Cajamarca, y se halla abierta de martes a domingo, desde las 9 de la mañana hasta las 6 de la tarde.
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Templo de Belen
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