Turismo en Iglesia y Monasterio de Las Nazarenas (Iglesia del Santo Cristo de Los Milagros / Monasterio de Las Descalzas Nazarenas de San Joaquin) (Iglesias)

La Iglesia y Monasterio de las Nazarenas, son uno de los establecimientos católicos, más importantes del territorio peruano, y es que, esta Iglesia y Monasterio limeños, albergan en su propiedad, a la imagen del Señor de los Milagros, también conocido como el Cristo Moreno, el Cristo de Pachacamilla y el Cristo Morado.

La iglesia fue construida, tras la aceptación del culto  hacia el mencionado Señor. Según la historia, se dice que la imagen del Cristo Morado, fue pintada por uno de los miembros de la cofradía de Pachacamilla. A esta imagen, se le atribuyeron milagros iniciales, como la imposibilidad de borrarla; así como también el hecho de que la imagen fuera lo único que se mantuviera en pie, pese al endeble material en el que estaba hecha, tras el terremoto que sufriera Lima en 1655. Otros milagros importantes de la Sagrada imagen, fueron la sanación  de Antonio de León, un notable vecino de la Lima de esa época, quien padecía un maligno tumor en la cabeza.

Se conoce, que pese a los milagros que el Cristo de Pachacamilla había realizado a lo largo de su existencia, se hallaban aún personas que pugnaban por la eliminación de la sagrada imagen, no obstante, y pese a los fallidos intentos por borrarla- que en vez de lograr el objetivo conseguían que la imagen se hiciera de más adeptos-, el Virrey de la época terminó accediendo no solo al inicio del culto del Cristo Moreno, sino también que mandó la construcción de una ermita, donde los fieles pudieran rendirle al Cristo, la debida devoción. Este primer templo, fue construido en el año 1671, no obstante, muchos terremotos sucedieron en Lima tiempo después, por lo que, hasta nuestra época, solo ha llegado a conservarse intacto, de aquellos siglos, el mencionado Señor de los Milagros, tal cual lo pintara aquel mulato anónimo de la Colonia.

El actual templo de las Nazarenas, orgulloso custodio, de la imagen más venerada en América Latina, presenta en nuestros días, una estructura arquitectónica, bastante diferente a la inicial. Aquel tiene una planta de cruz latina de una sola nave sobre la que se observa una bóveda de cañón. El interior del templo, se encuentra diseñado en el estilo Rococó, y en él es posible observar piezas  como el púlpito de perfil bulboso, libre de tallados; y en los muros, en sus respectivos altares, las pinturas y esculturas, de santos, santas y vírgenes, entre los cuales, resaltan, además del “Señor de los Milagros”,  las esculturas de “San Joaquín” y “San José” cuyo origen data del siglo XVII, y que presenta un marcado estilo Barroco.

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