Turismo en Monumento Arqueológico El Cuarto del Rescate (Arqueología)

El Monumento histórico conocido como el “Cuarto del Rescate”, es una construcción incaica ubicada en el distrito, provincia, departamento y región de Cajamarca. Específicamente a 50 metros (media cuadra) de la Plaza de armas. Y fue, durante la época de invasión española, el lugar de cautiverio del Inca Atahualpa.

Este Monumento incaico en Cajamarca es importante, ya que durante el periodo en que Pizarro y los españoles se encontraron en el lugar, ordenaron la demolición de la mayoría de los edificios incaicos de la zona, por lo que muchos de los vestigios arquitectónicos de la presencia Inca en Cajamarca se encuentran bastante arruinados, siendo el único que aún se mantiene en pie (salvo por algunas desmejoras naturales): El cuarto del rescate.

El Cuarto del Rescate también es resaltante ya que es parte de la historia y el mito, puesto que según las crónicas, el Inca Atahualpa, viéndose preso de los hombres hispanos, prometió a Pizarro llenar esa habitación - hasta donde alcanzara la mano (levantada) del Inca - de oro (una vez) y dos veces de plata, a cambio de su liberación. Los españoles, dirigidos por Pizarro, aceptaron y la solicitud de Atahualpa del transporte de los metales se hizo de inmediato; pero una vez pagado el monto del rescate del Inca, este fue acusado de idolatrías, de no querer revelar la ubicación del tesoro Inca, entre otras cosas; acusaciones que lo llevarían a su ejecución en la plaza de armas de la ciudad. Se dice que en cálculos actuales el monto del rescate habría sido el más caro pagado hasta la fecha y alcanzaría el total de más de 5 millones de libras esterlinas.

A nivel arquitectónico, el Cuarto del Rescate tiene una altura de tres metros con diez centímetros en la fachada, y ocupa un área de 11. 80 metros por 8 metros aproximadamente. En su estructura se puede apreciar la presencia de piedras (de material volcánico) de forma poligonal que han sido trabajadas de tal manera que, al igual que en la mayoría de las construcciones incas, encajan perfectamente una sobre otras gracias a sus ángulos, siendo difícil y hasta imposible atravesar un solo cabello por entre ella; los muros que se hallan conformados por estas piedras se encuentran ligeramente inclinados dándole, de esa manera, forma trapezoidal a la habitación.

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