Turismo en Intihuatana (Arqueología)

Cuando hablamos de piezas sagradas que legaran los pueblos antiguos, y nos remitimos al viejo continente, nos encontramos con espadas, lanzas, cálices, cruces, e incluso cuerpos de santos, entre muchos otros, no obstante, cuando volvemos la mirada a territorios más remotos y más jóvenes, nos encontramos que las piezas sagradas pueden hallarse en lo que para algunos serían simples piedras pero que, si son vistas desde más cerca, resultan ser verdaderas piezas que demuestran el ingenio, avance y talento de una civilización que, aunque extinta, sigue sorprendiendo por los legados que dejó al mundo.

Una de aquellas piezas es el llamado Intihuatana, una pieza arqueológica incaica, que si bien puede ser encontrada en gran parte de los complejos arqueológicos dejados por esta cultura, tiene a su representante principal, nada menos que en el Santuario de Machu Picchu, hoy considerado una de las Nuevas Maravillas del Mundo.

“Intihuata” es una palabra quechua que se forma por la unión de dos vocablos que traducidos al español pueden entenderse como “Atar al Sol”, y es que el Intihuatana es una especie de reloj solar que fuera construido por los incas con el fin de conocer la llegada de las diferentes estaciones, para de ese modo crear su propio calendario y saber el momento exacto en el que se debía trabajar la tierra.

Las leyendas que giran alrededor del Intihuatana, y que se cuentan desde la misma época de los incas, dicen que este llamado “reloj”, tenía el fin de, como dice su nombre, atar al sol, y es que este astro era considerado el padre de los Incas, por lo que querían que siempre permaneciera con ellos. La leyenda dice también, que gracias a la presencia de esta estructura, los incas creían que podían hacer que el sol durara más tiempo con ellos, y de ese modo, tener más tiempo también para trabajar las tierras que él les había dado.

Físicamente, el Intihuatana es un monolito que se encuentra trabajado en granito. La base del intihuatana cuenta con cuatro vértices que señalan los cuatro puntos cardinales. El trabajo de labrado del intihuatana es tal que debió tener los mejores artífices de la civilización incaica, ya que era necesaria la máxima precisión en los cortes y molduras para que este reloj solar cumpliera su objetivo.

Ver el intihuatana y descifrar la lectura del sol a través del él, no es una tarea sencilla para quien quiera visitar Machu Picchu y osar tal hazaña, ya que son muchos los factores los que se tienen que tener en cuenta para este objetivo. No obstante, pese a la dificultad de lectura para un sujeto promedio, el Intihuatana no deja de ser interesante para el turista, ya que aquel, según cuentan algunos, parece ser una pieza mística cargada de energía que es capaz de trasmitir a quien lo toque esa carga que el sol envía sobre su superficie para renovar los ánimos del visitante.

Para conocer el Intihuatana de la ciudadela de Machu Picchu, el visitante tiene que ir en tren hasta Aguas Calientes, desde este lugar debe tomar un bus a la ciudadela, y de allí ascender por la escalinata hasta dar con esta pieza, muestra del avance tecnológico, y la habilidad artesanal de los antiguos pobladores del Tahuantinsuyo.

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